Por: Yuri Tapia Ando

Si la primera parte de Intensamente nos hizo llorar, esta segunda entrega nos hace reflexionar, voltear al pasado y ver nuestras emociones con claridad. Y a mi, me dejó un nudo en la garganta.
Bien sabemos que las emociones están dentro de nosotros, y Disney y Pixar son los expertos para representarlas y sobretodo, para ayudarnos a entenderlas. En esta ocasión, llega el turno de que nuestra protagonista Riley experimente la pubertad, y un nuevo equipo de emociones lleguen para quedarse.

Creo que una de las partes que más comprendí fue cuando mencionan a las emociones reprimidas, y qué es lo que puede llegar a pasar si esto sucede. Amo la forma en que dan a entender que de alguna manera podemos llegar a ser dominados por las emociones y que, ya sea una emoción negativa o positiva, al final, dejarse controlar por la que sea, hace un desequilibrio en nuestro interior, puesto que así como no deberíamos estar positivos todo el tiempo, positivismo tóxico como le llaman, tampoco deberíamos estar negativos todo el tiempo.
Una de las partes en que pensé, wow qué cierto es eso, es cuando mandan a Alegría, Tristeza, Furia, Temor y Desagrado al olvido, y con las nuevas emociones, la felicidad ya no será parte de nosotros, y en su lugar, estará Ansiedad.
Esta historia puede ayudar a comprender que al final, lo que somos, como nos definimos, no solo se basa en una sola creencia, sino que somos un todo, somos alegría, somos tristeza, somos enojo, somos ira, somos celosos, envidiosos, pero también gentiles, cuidadosos, tímidos, ansiosos…

Y la ansiedad llega, y para algunos, llega a niveles muy altos.
De alguna forma ver a Ansiedad imaginar tantos escenarios se ve gracioso, nos reímos porque es verdad, porque pensamos a veces en tantas cosas, y tantas tan absurdas a veces que no podemos dejar de pensar. Y es verdad como en las noches de pronto no nos deja dormir con tantas y tantas imágenes en la cabeza, de mil escenarios posibles que son, en su mayoría, imposibles. Sin embargo, para muchos, experimentarlo en su día a día, ya es diferente. Y se vuelve pesado, y una emoción que no quisieran tener.
Para muchos, ese episodio donde Riley experimenta su primer ataque de ansiedad, fue el causante del nudo en mi garganta. Ver cómo comienza a mover la pierna, como respira agitadamente, como suda, y como, en su interior, nuestro pequeño personaje nuevo, se descontrola y paraliza al mismo tiempo. ¿Y qué nos enseñan? A abrazar a nuestras emociones. Y no, no es fácil. Para muchos cuesta lograrlo, para muchos lograr controlar un episodio de ansiedad no es tan sencillo.
Yo sé que a quienes viven con ansiedad, Intensamente 2 les va a tocar el corazón. Abracemos a nuestras emociones, no las reprimamos y tratemos de vivir en armonía con ellas. Un día a la vez. Abrazo a ti, que tienes ansiedad.

