Por: Yuri Tapia Ando – 6/febrero/2025
Recuerdo que cuando era niña comencé a escuchar historias de los chaneques, en ese tiempo empezaron a darme miedo muchas cosas, como las brujas, los fantasmas y hasta la obscuridad. Historias que se transmiten boca a boca a través de los años, cuentos fantásticos para asustar a los niños, como a mi en ese tiempo.
Y este tipo de leyendas siempre han estado presentes en la cultura, por lo que es para algunos, inevitable no incluirlos en sus relatos, como es el caso de Carlos Bustos Ando, quien a través de su obra literaria, El problemón de la señora Lulú, nos trae entre sus páginas, una historia llena de misterio, protagonizada por estos seres que de niños aterrorizan a algunos.
Bustos nos envuelve en la narrativa situada en el puerto de Veracruz, en donde su perfecta descriptiva te hace imaginar ese calor húmedo y ese ambiente tan jarocho que es clásico del lugar. Por otro lado, te atrapa en la historia sangrienta que atraviesan los personajes, haciendo alusión a culturas antiguas con seres fantásticos, y enfatiza que la codicia, avaricia y lujuria termina con todo hombre.
En esta historia conoces a la señora Lulú y cómo es que termina en un problema que jamás, a pesar de lo que ya atravesaba, imaginó. Este fabuloso relato evoca a cómo se puede armar todo un reverendo relajo por estar en el lugar equivocado, pero al final, nos recuerda que la verdad siempre sale a la luz.
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