Por: Fabiola Santillán – 25/octubre/2024
“Cada biblioteca es un universo, cada libro que alberga en ella es una vida por descubrir”
Cada 24 de octubre se conmemora el “Día internacional de las Bibliotecas” fecha que tiene origen el día en el que el ejército serbio destruyó la Biblioteca Nacional de Sarajevo durante la Guerra de Bosnia.
Recuerdo cuando estaba en la primaria que visité por primera vez una biblioteca, sus grandes estanterías con libros que no dejaban tocar, incomodas sillas que nos obligaban a estar quietos porque si las arrastrabas hacían mucho ruido y en la sala solo se escuchaba el inusual Shhhhh de la bibliotecaria.
Por eso, esta ocasión es perfecta para celebrar la riqueza de las bibliotecas y promover el fomento a la lectura, ya que en tiempos actuales ésta desempeña un papel fundamental para expandir nuestra mente y borrar el tabú que en las bibliotecas todo es aburrimiento y silencio.
En México tenemos la fortuna de contar con grandes e importantes bibliotecas, todas ellas ricas en acervo donde podrás encontrar diversidad de libros y podrás disfrutar de sus impresionantes instalaciones.
Las bibliotecas son un gran patrimonio de colecciones con enorme significado histórico y cultural que se ponen a disposición de cualquier usuario. Las bibliotecas no solo resguardan libros, son refugios donde a través de sus historias podemos viajar, explorar nuevas experiencias, soñar con futuros desconocidos, llorar por los pasillos por amores no correspondidos. Las bibliotecas son un latido silencioso ofreciendo sabiduría.
Te invito a visitar al menos una de las cinco que hoy te recomiendo para conmemorar esta bonita fecha que se le otorgó a las bibliotecas, porque ¡por Dios! ¿Qué haríamos sin las bibliotecas?
Biblioteca Central (UNAM)
Contemplar el exterior de la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria de la UNAM es abarcar con un golpe de vista la historia de México, desde la fundación de Tenochtitlan y la Conquista hasta la aparición de la energía atómica y la Universidad contemporánea. Con miles de rocas de color adheridas al edificio, Juan O’Gorman invita al espectador a viajar por el tiempo con un mural que se despliega poco a poco, tal y cómo hacen los códices prehispánicos. Se ha convertido en el emblema visual más importante, así como el edificio más fotografiado de la Ciudad de México.
Cuenta con un acervo de 1’445,109 volúmenes de los que destaca la colección de fondo antiguo del siglo XV y XVIII, así como colecciones especiales mexicanas y extranjeras impresas entre XIX y XX. Por mencionar los más importantes, sin dejar de lado que también cuenta con documentos en otros formatos.

Biblioteca Palafoxiana
La Biblioteca Palafoxiana se encuentra en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla, desde 1981 es un Monumento Histórico de México y desde el 2005 fue incluida por la UNESCO como parte del Programa Memoria del Mundo. Fue fundada en 1646 por el célebre Obispo Juan de Palafox y Mendoza de ahí su nombre y lo que a esta convierte en la primera biblioteca en todo el continente americano. ¡Que privilegio ser lo poseedores de semejante biblioteca! ¿No creen?
Cuando visité esta majestuosa biblioteca veía con asombro sus estanterías de madera y sus cuantiosos libros antiguos de hace siglos, estar ahí transporta a otra época, transpira pasado, el olor y el espacio sin duda es inspirador.
“La Palafoxiana” cuenta con en total con 45,059 volúmenes que datan del siglo XV al XX y se dividen en grandes colecciones como: libros, manuscritos, impresos sueltos, teología, liturgia y derecho. Y es muy importante destacar que la biblioteca cuenta con un catálogo en línea de acceso abierto, el cual se puede encontrar en la página web oficial de la Biblioteca.
Biblioteca Vasconcelos
Regresando a la Ciudad de México, al entrar a la biblioteca Vasconcelos se puede apreciar un aspecto verdaderamente moderno e imponente, como si estuviéramos viendo una película de ciencia ficción, ya que lo primero que podemos ver son cientos de estantes de cristal llenos de libros suspendidos en el aire a los costados del pasillo principal. Al subir e ir recorriendo los pasillos me pude percatar que había secciones dedicadas únicamente a determinados temas, y un fuerte aroma a libros que me resultaba delicioso, por lo que hice un recorrido entre ellos.
Tuve una sensación de vértigo ya que puedes ver a través de los pisos, los pisos que están abajo. Un eco en cada paso que daba y un frío característico de un lugar de esas dimensiones. Así como el hecho de que hay muchas salas acondicionadas como pequeños estudios que cuentan incluso con asientos de piel. Continué con mi recorrido por la biblioteca y mi curiosidad me llevó a preguntar más acerca del inmueble. Para mi sorpresa resulta que el diseño es único en el mundo, hecho por el arquitecto mexicano Alberto Kalach, y tiene el paisaje que alguna vez fue la vista de la central ferroviaria de México. Cuenta con un acervo de 575,000 libros y es una de las bibliotecas más visitadas de américa Latina con más de 1´725,000 visitas anuales.

Biblioteca CONARTE
No he tenido el gusto de conocer personalmente, pero sin duda vale la pena mencionar que una de las bibliotecas más bonitas de México se encuentra en un barrio antiguo de Monterrey, esta biblioteca es fruto de la colaboración con un prestigioso despacho de arquitectura quien le dio un innovador estilo moderno al edificio que albergaba una casona antigua del siglo XVIII.

Esta innovadora sede busca fomentar el habito de la lectura ya que cuenta con 536 mil títulos en su acervo.

Biblioteca Universitaria de SLP
He de reconocer que esta biblioteca no es muy reconocida a nivel nacional, pero como buena potosina y admiradora de esta, me gustaría presumirles un poco de lo importante que es para todo estudiante del estado.
Un edificio que muchos confunden con una iglesia, me incluyo, ya que al pasar siempre me persignaba, pero es que esa confusión se da por su estilo arquitectónico neogótico. El gobernador Carlos Diez Gutiérrez mandó traer libros europeos y la biblioteca se convirtió en un espacio público. Durante la Revolución Mexicana, el acervo debió ser resguardado en varios sitios, para evitar su destrucción.
En el año de 1922, el entonces gobernador Rafael Nieto ordenó demoler un cuartel situado en Damián Carmona y Arista para construir ahí una biblioteca pública, misma que sería dirigida por una junta presidida por el director del Instituto Científico y Literario, Juan H. Sánchez.
Actualmente el edificio cuenta con dos plantas, en la parte de arriba la biblioteca y como parte baja el Centro de Documentación donde se resguardan libros y documentos que forman parte del patrimonio cultural del estado de San Luis Potosí.
Miles de personas acuden año con año a la biblioteca, no solo integrantes de la comunidad universitaria, también estudiantes de preparatoria y público en general, buscando acceder a la amplia colección de libros que van desde literatura e historia, hasta física, química y muchas otras áreas del conocimiento.


