Por: Jess Ñeco – 16/noviembre/2021
Monstruos rápidos y furiosos
Una cinta que con poco presupuesto y un fracaso en su recaudación, logró convertirse en un éxito de culto y todo gracias a la era del VHS y su emisión en canales de televisión abierta (gracias canal 5), así es, hablo de la mítica Tremors (1990). La película ganó un lugar en nuestros corazones (y en Netflix) gracias a su comedia de horror, ambientada en un pueblo tipo western con una variedad de personajes desde los guerrilleros hasta el oriental dueño de la única tienda.
Protagonizada por Fred Ward y Kevin Bacon, nos cuenta la historia de un pequeño pueblo olvidado por la sociedad que se ve atacado por unas criaturas subterráneas que comienzan a atacarlos uno a uno.

Quiero resaltar que el señor Bacon es gran fan de la cinta, al grado de que intentó sacar adelante una serie para televisión en 2018 y fue parte de la creación de un episodio piloto con él nuevamente como Valentine… pero no se logró concretar nada y lo único que tenemos es un tráiler que se puede encontrar en Youtube.
Pero volvamos con la primera cinta y digo primera porque resulta que Tremors dirigida por Ron Underwood, es la versión de Rápidos y Furiosos (2001, creado por Gary Scott Thompson) dentro de su género; resulta que Tremors es parte de una franquicia que tiene 7 películas. 7 PELÍCULAS.

Y lo entiendo porque, ¿a quién no le agrada la idea de monstruos que atacan a la gente desde debajo de la tierra ante la más mínima provocación?
Soy fan de esta película, me encanta el doblaje, las actuaciones y el mismo monstruo, que a diferencia de otras cintas (te estoy viendo a ti A Quiet Place) sabe perfectamente cómo y en qué momento mostrar a sus monstruos.
Una historia que nos muestra un tipo de rednecks muy diferentes a los que se presentaban en la pantalla chica, ya sea como en La Masacre de Texas (1974, Tobe Hooper), en la cinta Nothing But Trouble (1991, Dan Aykroyd) o provenientes de la franquicia Camino hacia el Terror (2003-2021) quiero decir, caníbales, surreales o hasta alcohólicos.
Aquí, considerando que es una película de terror, tiene una buena cantidad de comedia en donde nos reímos con ellos, no de los personajes y sus excentricidades. La única cinta que se coloca en medio del género “hablemos de los redneck” que se me ocurre es Tucker & Dale vs Evil (2011, Eli Craig).
La cinta nos lleva paso a paso por la trama, nos presenta a Val, Earl y a la chica interesante llamada Rhonda, la cual no es simplemente un personaje femenino inexpresivo o que está ahí sólo para endulzar la trama (fanservice), sino que es alguien inteligente, fuerte y de pensamiento rápido. Gracias a Finn Carter por una gran interpretación.

Imagen: Wicked Horror
La trama usa la línea argumental de las películas de los monstruos gigantes de los años 50, un argumento dividido en tres simples pero entretenidos actos: las muertes inexplicables seguidas de la explicación de la amenaza y finalmente la batalla e inmediata muerte de las extrañas criaturas.
¿Qué es lo que más me agrada de la cinta?
Que a diferencia de sus sucesoras usa poco o nada CGI; las serpientes de tierra son gusanos llenos de sangre pegajosa color naranja y de repente, el verdadero y enorme monstruo no le pide nada a los creados por computadora.
La cinta es Tiburón (1975, Steven Spielberg) pero en tierra; se nota claramente que quienes la crearon conocen y aman las películas de terror, con todo y los personajes conspiranoicos representados por Michael Gross y Reba McEntire. Sí, hay diálogos absurdos y muchas groserías, pero todo eso es parte de su esencia que tristemente se fue perdiendo al paso de tantas secuelas.
Tremors es una cinta que puedes y debes disfrutar en Netflix.

